Qué hacer ante la COVID-19

Recomendaciones para el descalonamiento y entrada en la «nueva normalidad»

Escultismo para una nueva y mejorada normalidad

Cada vez parece hacerse más patente que cuando termine el verano y hasta que no se encuentre una vacuna o terapia médica adecuada para el SARS-CoV-2 estaremos sometidos a ciertas medidas higiénico-sanitarias así como a medidas de control y de seguimiento que nos puedan permitir, como sociedad, atender un posible nuevo impacto epidemiológico.

Somos conscientes de que vosotros, los Grupos Scout y las Agrupaciones Ruta, habéis sabido responder durante el período de confinamiento. Puede que algunos vayáis a poder desarrollar ciertas actividades durante el período estival y otros vayáis a poder realizar algún tipo de campamento de verano. Pero, una vez llegado el momento de plantear la Ronda Solar 2020-2021, ¿qué deberíamos tener en cuenta?, ¿cómo conseguir que esa “nueva normalidad” de la que se habla sea una normalidad mejorada?

Durante este tiempo toda la estructura Federal, Interdiocesanas y Diocesanas han estado dando soporte, coordinando diversas iniciativas, creando sinergias con otros… preocupados por conocer todas las actualizaciones y por ver cómo adaptarnos a las medidas que se iban tomando desde las Instituciones pertinentes, así como intentando mantener cierta vida asociativa. Pero, de cara a esa nueva situación tras el verano, ¿cuáles deberían ser las prioridades de la estructura? Tan solo pediros a todos, en este sentido, que no dejemos de lado nuestro ser educativo y que sea esta una de las primeras cuestiones que se deban afrontar ante este mundo cambiante, tema también puesto de manifiesto en nuestro recién estrenado Plan Estratégico 2020-2030.

A continuación, nos gustaría ofrecer una serie de reflexiones desde el punto de vista educativo que no pretenden ser más que eso, consejos que nos puedan ayudar a empezar a centrar esta extraña pero apasionante Ronda Solar que se avecina.

Desaprender para afrontar la incertidumbre

La pandemia de la COVID-19 no ha hecho más que acelerar algo que muchos, en mayor o menor medida, veníamos observando desde hace ya un tiempo: El mundo se hace cada vez más cambiante y cada vez más incierto. Un mundo en el que se hace necesario innovar.

Si hubiéramos preguntado hace unos años a expertos en educación sobre qué era para ellos innovar, seguramente nos hubieran hablado de tecnología y de tener unos planes sólidos y bien estructurados. Si hacemos esa misma pregunta hoy, sin duda alguna, nos hablarán de creatividad, de flexibilidad y de capacidad de adaptación. Y es que puede que los paradigmas empleados hasta ahora o en estos últimos tiempos, no sean ya tan válidos como antes, al menos. No nos queremos referir con esto a olvidar la tradición sino a cuestionar sin complejos, a ampliar horizontes, a aprender a hacer Escultismo de una forma diferente teniendo ahora más que nunca presentes las bases del Movimiento Scout, raíz de lo que somos y de los que hacemos.

¿Qué sería hoy para Baden Powell un “buen ciudadano”? Os invitamos a dedicarle un tiempo a pensar cuáles serían las necesidades actuales de los niños, niñas y jóvenes, a hacer un buen análisis de la realidad de vuestro entorno más cercano sin perder de vista los grandes desafíos a los que la humanidad se enfrenta en este ya bien entrado siglo XXI. Medidas restrictivas, una nueva crisis económica y social, la crisis ambiental, la desigualdad, el desapego por la cultura y la religión propias, un día a día inundado de incertidumbre… pueden ser buenos temas sobre los que empezar a reflexionar de cara a crear esa mejor normalidad, también en el escultismo, que tanto la sociedad como la Iglesia, nos demandan hoy.

Ecosistema de herramientas que ya tenemos disponible

Afortunadamente acabamos de concluir, como Movimiento Scout Católico, un proceso de creación de un Programa de Jóvenes actualizado, que retoma con fuerza las bases del Escultismo, que integra todas aquellas cuestiones que la OMMS remarca como esenciales para una buena propuesta educativa scout y que, después de un proceso intenso de reflexión, diseño e implementación de más de diez años, ofrece algunas claves que nos pueden ser útiles ante la situación actual, sean cuales sean los matices de nuestra propuesta educativa.

  • Potenciar las actividades en pequeños grupos ya que estas van a estar bastante supeditadas al número de participantes. Este elemento del método se hace ahora más presente que nunca; reuniones, acampadas, proyectos, talleres… favoreciendo la vida en pequeños grupos. Una buena organización de los recursos adultos es esencial para que todo esto funcione de la forma más adecuada.
  • Fomentar las actividades al aire libre se hace también crucial ante la situación actual. Un parque, las afueras de la ciudad, ese espacio natural tan cercano a nosotros, actividades de proximidad… Más vida en la naturaleza y menos escultismo en los locales de los Grupos y Agrupaciones.
  • Desarrollar campamentos por Unidades puede ser una buena opción siguiendo con las recomendaciones para limitar el número de participantes en las actividades y poder cumplir mejor las medidas higiénico-sanitarias. Campamentos cuya duración tenga en cuenta la situación laboral y personal de los y las responsables.
  • Tener, aproximadamente, un fin de semana de descanso al mes. De esta forma todos podremos usar ese fin de semana completo para compartir con nuestros seres queridos y desarrollar otro tipo de actividades que nos sean motivadoras, aunque no estén directamente relacionadas con los scouts, así como responsabilidades de otra índole.
  • Potenciar la autonomía de nuestros niños, niñas y jóvenes de forma que su papel sea realmente protagonista, sin olvidarnos de la importancia de saber acompañar estos procesos educativos de una forma nueva.
  • Mantener la relevancia y el carácter desafiante de las actividades scouts. Deberemos aprender a compatibilizar la prevención de riesgos con la propuesta de oportunidades educativas significativas y, por supuesto, sin dejar de lado el progreso personal.
  • Hacer de esta crisis una oportunidad de llegar a más niños, niñas y jóvenes. Así como para mejorar nuestro impacto en el entorno más cercano con una propuesta educativa de calidad, centrada en el Método Scout y a la luz del Evangelio.

Deberemos tener en cuenta, además, que no hay que hacer escultismo para nuestros niños, niñas y jóvenes; sino con ellos. Potenciar espacios de participación a nivel local como los Consejos de Grupo en los que estén presentes activamente todos los agentes educativos se hace ahora más relevante que nunca. Aprovechemos esta oportunidad para la transformación positiva de nuestros Grupos Scout a través de la participación efectiva.

Pero sobre todo, seamos capaces de reilusionarnos y de ilusionar a otros no cayendo en el miedo ni en la desidia. El escultismo, en sus más de cien años de historia, ha superado grandes desafíos y ha demostrado sobradamente su relevancia y su utilidad. Preparémonos para seguir aportando nuestro granito de arena en la construcción de un mundo mejor.

“Lo online” parece haber llegado para quedarse

Desde hace algunos años, en todo tipo de foros internacionales de la OMMS se ha ido planteando reiteradamente el tema de la integración de la tecnología en el hacer de los scouts. El Movimiento entero quiere plantearse cómo compatibilizar las actividades scout de siempre con las herramientas digitales presentes, hoy, allá donde miremos y que han demostrado ser un buen centro de interés para nuestros niños, niñas y jóvenes. Y es que, ¿no parece bastante sensato poder hacer propuestas educativas que tengan también en cuenta esta tecnología que usamos y que nos rodea?

Educación online, teletrabajo, formación online, videollamadas, plataformas de contenidos digitales, diversificación de herramientas digitales para innumerables usos… Todo estaba ahí pero ha “florecido” de una forma espectacular durante los últimos meses motivado principalmente por el confinamiento debido a la pandemia. Hemos dado un paso de gigante en esto que algunos llaman habilidades XXI o habilidades para el siglo XXI y, según se han ido produciendo las revoluciones tecnológicas en la historia, no parece que la reversibilidad al estado anterior sea demasiado viable.

Entonces, os proponemos algunas cuestiones que pueden ser interesantes en sentido de encajar lo presencial con lo virtual, lo analógico con lo digital, lo original con lo novedoso.

  • No es necesario incluir la tecnología en todo lo que hacemos, se trataría más de incluirla allá en donde pueda sumar y nunca restar a la propuesta educativa. Si lo pensamos bien, podemos hacer actividades más relevantes sin perder nada de lo que ya aportamos al desarrollo de niños, niñas y jóvenes.
  • Puede ser interesante pasar de las Tecnologías de la Información y la Comunicación a las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento y a las Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación (TIC-TAC-TEP). Abriendo así un sin fin de posibilidades de uso educativo que seguro nos va a enriquecer.
  • Se hace más importante que nunca acompañar a niños, niñas y jóvenes en la autoprotección y en el buen uso de todas las herramientas tecnológicas que utilizan. Normalizar el uso adecuado de la tecnología y la creación de entornos virtuales seguros.
  • Debemos saber aprovechar la tecnología para poder cumplir de forma más sencilla con las medidas higiénico-sanitarias que se nos exigen. Intercalar actividades presenciales con actividades virtuales puede ser una buena iniciativa en este sentido siempre que sea viable.

¿Os imagináis que fuéramos capaces de aportar desde los scout nuestro granito de arena en la alfabetización digital que parece haberse hecho ahora más imprescindible que nunca? ¿Os imagináis que fuéramos capaces de aportar desde los scouts iniciativas para paliar la “brecha digital”? No tengamos miedo de integrar la tecnología de una forma racional y coherente con nuestros valores y principios. Tenemos mucho que aportar.

El desafío para el cambio sigue estando ahí

Y mientras el mundo se hace cada vez más incierto, los grandes retos de la sociedad actual siguen estando ahí, retos que los scouts deberemos tener presentes para nuestra acción local a través de nuestra propuesta educativa para niños, niñas y jóvenes. Por poner algunos ejemplos para la reflexión:

¿Por qué no una normalidad más “verde”? Ofrecer oportunidades educativas que promuevan el conocimiento y la protección de la biodiversidad, desarrollo de hábitos saludables y respetuosos con el medio ambiente, reducción de huella de carbono y de contaminantes, especialmente los plásticos, o actividades energéticamente sostenibles y que permitan ver la conexión entre la energía y el cambio climático pueden ser buenas propuestas desde los scouts para la protección de la “Casa Común”.

¿Por qué no una normalidad con más “discernimiento”? Ofrecer experiencias significativas capaces de interpelar a nuestros niños, niñas y jóvenes para el desarrollo de su dimensión espiritual, para encontrar el sentido de Dios en todo lo que hacen y para comenzar a discernir el plan de Dios en su vida pueden ser buenas propuestas desde los scouts para la construcción de la sociedad más equilibrada, más justa y menos individualista que todos tenemos en mente, reconociendo, fomentando y protegiendo, además, su cultura y su tradición propias. 

¿Por qué no una normalidad más “glocal”? Ofrecer la participación en eventos internacionales seguros, desarrollar actividades que tengan como eje central la hermandad scout mundial y promocionar el encuentro con los otros pueden ser buenas propuestas desde los scouts para la construcción de una ciudadanía global que sea capaz de crear sinergias y que impacte de igual manera en el desarrollo sostenible de las comunidades locales de nuestros niños, niñas y jóvenes.

Todos estos desafíos, y otros muchos, siguen estando presentes y son ahora más relevantes que nunca. Sepamos aprovechar, entonces, la situación de gran incertidumbre y de crisis que se pone de manifiesto hoy sabiendo ser resilientes y continuando con nuestra gran labor educativa para la construcción de ese mundo mejor que anhelamos para el mañana, porque la educación es siempre la solución más fiable.

Consejo de Scouts MSC,

Julio de 2020.